Versión en catalán
En 2007 un talentoso lateral francés dejó su Lyon natal para desplazarse a Barcelona, donde proseguiría su carrera. Atrás quedaban títulos, emociones y muchos sentimientos. No fue fácil al principio, al jugador se le reclamaba dar lo mejor de sí mismo partido tras partido. Con el tiempo, la fuerza y el trabajo, aquel lateral criticado se ganó la estimación de sus compañeros, de sus entrenadores y de su afición.
La temporada 2010-2011 el Camp Nou coreó por primera vez su nombre. Ya era un ídolo. Nadie dudaba de su calidad y mucho menos de su esfuerzo. El sueño de aquel futbolista se había cumplido y ahora sólo quedaba una cosa: entrar en los anales de la historia formando parte del mejor equipo de todos los tiempos. A mediados de esa temporada pero, una enfermedad le apartó de los terrenos de juego. La noticia sacudió su vida. Sin embargo, la reacción de la gente demostró que su figura iba mucho más allá de la de un futbolista. Él era el Éric Abidal.
Franceses, alemanes, catalanes, madrileños, andaluces. Todos estaban con el jugador. Por delante quedaba una larga y sobre todo una dura lucha. Por detrás pero, el apoyo internacional a un jugador ejemplar dejaba entrever que esa guerra no la lucharía solo. Eric no estaba solo. Un ejército de amigos le ayudaría.
Muchos ánimos Pantera!
En 2007 un talentoso lateral francés dejó su Lyon natal para desplazarse a Barcelona, donde proseguiría su carrera. Atrás quedaban títulos, emociones y muchos sentimientos. No fue fácil al principio, al jugador se le reclamaba dar lo mejor de sí mismo partido tras partido. Con el tiempo, la fuerza y el trabajo, aquel lateral criticado se ganó la estimación de sus compañeros, de sus entrenadores y de su afición.
La temporada 2010-2011 el Camp Nou coreó por primera vez su nombre. Ya era un ídolo. Nadie dudaba de su calidad y mucho menos de su esfuerzo. El sueño de aquel futbolista se había cumplido y ahora sólo quedaba una cosa: entrar en los anales de la historia formando parte del mejor equipo de todos los tiempos. A mediados de esa temporada pero, una enfermedad le apartó de los terrenos de juego. La noticia sacudió su vida. Sin embargo, la reacción de la gente demostró que su figura iba mucho más allá de la de un futbolista. Él era el Éric Abidal.
Franceses, alemanes, catalanes, madrileños, andaluces. Todos estaban con el jugador. Por delante quedaba una larga y sobre todo una dura lucha. Por detrás pero, el apoyo internacional a un jugador ejemplar dejaba entrever que esa guerra no la lucharía solo. Eric no estaba solo. Un ejército de amigos le ayudaría.
1 comentarios:
Abi está jugando el partido más importante de su vida y lo ganara!. Es un crack y pronto le veremos sobre el césped del Camp Nou ;)
¡¡¡FORÇA ABI!!!
Saludos.
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