Se acabó. El Barça ganó el partido pero no pudo remontar la eliminatoria. El Inter le regaló el balón y acabó jugando con siete defensas para evitar el segundo gol de los culés. Poco hay que contar del partido. Piqué hizo soñar de nuevo la grada a falta de seis minutos para el final pero la buena defensa italiana evitó la segunda final consecutiva de los catalanes.
Hay quien mirará al arbitraje. Es cierto que tanto en la ida como en la vuelta ha habido tres o cuatro decisiones que podrían haber cambiado el signo de la eliminatoria, pero esto ahora ya no sirve de nada. El Inter pasó y es el finalista. Punto y final.
Ahora bien, siguiendo con las críticas que se vierten en este blog, quiero dejar bien claro que guste o no, y sin que sirva de excusa, el arbitraje en los dos partidos perjudicó al Barcelona. Ayer, por ejemplo, un penalti claro a Pedro o un gol mal anulado a Bojan (las manos pegadas al cuerpo NUNCA son manos) hubieran cambiado el signo del partido. Y precisamente aquí entra mi crítica. ¿Se imaginan que esto sucediese en la capital? ¿O que fuese el Barça el beneficiado? Sin ir más lejos, el año pasado hubo, según la prensa merengue, cuatro penaltis a favor del Chelsea que Ovrebö no pitó. Luego, en análisis arbitrales, esas cuatro penas máximas resultaron ser un penalti, otro dudoso y otro que al ser fuera del área era falta. Este año, ha sucedido lo contrario pero, a diferencia de lo que sucedió la temporada pasada, nadie ha salido a quejarse de los arbitrajes. Ni la prensa merengue, ni la culé.
Y no pido que los periódicos, las televisiones y las radios de tendencia blaugrana lo hagan, ya que no lo hicieron la temporada pasada, pero sí exijo que los mismos que rearbitraron el partido contra el Chelsea, rearbitren también éste. No se puede ser tan falso, no se puede ser tan subjetivo y no se puede ser tan déspota…
Con esto dicho pongo punto y final a la crónica de esta eliminatoria. Felicidades al Inter y ahora que gane el mejor.
Hay quien mirará al arbitraje. Es cierto que tanto en la ida como en la vuelta ha habido tres o cuatro decisiones que podrían haber cambiado el signo de la eliminatoria, pero esto ahora ya no sirve de nada. El Inter pasó y es el finalista. Punto y final.
Ahora bien, siguiendo con las críticas que se vierten en este blog, quiero dejar bien claro que guste o no, y sin que sirva de excusa, el arbitraje en los dos partidos perjudicó al Barcelona. Ayer, por ejemplo, un penalti claro a Pedro o un gol mal anulado a Bojan (las manos pegadas al cuerpo NUNCA son manos) hubieran cambiado el signo del partido. Y precisamente aquí entra mi crítica. ¿Se imaginan que esto sucediese en la capital? ¿O que fuese el Barça el beneficiado? Sin ir más lejos, el año pasado hubo, según la prensa merengue, cuatro penaltis a favor del Chelsea que Ovrebö no pitó. Luego, en análisis arbitrales, esas cuatro penas máximas resultaron ser un penalti, otro dudoso y otro que al ser fuera del área era falta. Este año, ha sucedido lo contrario pero, a diferencia de lo que sucedió la temporada pasada, nadie ha salido a quejarse de los arbitrajes. Ni la prensa merengue, ni la culé.
Y no pido que los periódicos, las televisiones y las radios de tendencia blaugrana lo hagan, ya que no lo hicieron la temporada pasada, pero sí exijo que los mismos que rearbitraron el partido contra el Chelsea, rearbitren también éste. No se puede ser tan falso, no se puede ser tan subjetivo y no se puede ser tan déspota…
Con esto dicho pongo punto y final a la crónica de esta eliminatoria. Felicidades al Inter y ahora que gane el mejor.
1 comentarios:
Hombre los merengues dirán que el árbitro lo hizo estupendo pero lo que está claro es que llevamos unos cuantos arbitrajes un tanto "sospechosos"
Saludos y que gane el BAYERN
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