Ya se ha celebrado la asamblea de compromisarios del FC Barcelona y ya se conocen los excesos de Laporta. Y son solo eso, excesos. Al final son casi 50 millones de pérdidas durante la gestión del Barça. Mucho dinero pero con fácil explicación. I es que simplemente el caso Ibra ya reporta este dinero.
Pero la cosa no acaba ahí. Rosell reconoció que no había nada ilegal. Aunque advirtió que la deuda del Barça provocada por Laporta debía pagarse. En contra de lo que se esperaba, muchos socios mostraron estar en contra de cualquier intervención judicial, aunque muchos otros reclamaron responsabilidades si era necesario.
Lo que está claro es que a Jan se le fue la mano y en sus últimos días gastó demasiado perdiendo la esencia con la que llegó al club. Tampoco ayuda el seguro que se pagó justo antes de que la antigua junta saliese y que literalmente cubre sus errores y sus negligencias de ahora en adelante. También perjudica el hecho que se hayan maquillado las cuentas y se hayan gestionado erróneamente los beneficios del club. Pero eso es simplemente una mala gestión, no un acto punible.
Así pues, la asamblea de la nueva junta solo podía pedir la aprobación para pedir acciones judiciales contra la junta anterior por una mala gestión, no por ningún robo. Eso cabe recordarlo. Igual que el hecho que el mismo Rosell reconoció que las ganancias del club son las más grandes de toda su historia y una de las más grandes del mundo del futbol.
Sin embargo, hubo pequeños detalles que me gustaron. Rosell fue justo. Como mínimo a mi me lo pareció. Explicó sus motivos para votar que sí, pero también para votar que no, todo esto justo antes de la votación. Una decisión arriesgada pero valiente. Y eso importante. Creo que Rosell tiene cierto rencor pero también creo que ha tratado de ser objetivo para buscar lo mejor para el Barça, a sabiendas que los socios podrían hacerle rectificar. Reconocer un error cuando todavía no sabes sí lo es, es admirable y Rosell, con su actitud, demostró buscar lo mejor para el club.
Pero la sorpresa vino después, cuando Rosell no votó a favor de llevar la anterior junta ante los tribunales. Y tampoco votó en contra. Se abstuvo. Una elección muy arriesgada ya que los rumores que podía suscitar eran varios. En primer lugar podía parecer que lo hacía para quedar bien. En segundo lugar que lo hacía para no influir con su voto, cosa que sería una falta de liderazgo. Aunque yo creo que lo hizo porqué como bien dijo anteriormente, en la junta de Laporta también había “inocentes”.
Una vez llegada la votación, los resultados fueron muy justos. Los 29 votos de más de mil que separaron el “sí” del “no” demuestran la división de los compromisarios. La aprobación para la acción de responsabilidad ganó con 468, y el “no” se quedó con 439 votos. Así pues, una mayoría no absoluta que llevará a Laporta y a los suyos a los tribunales. Ahora solo falta que decida la justicia.
1 comentarios:
El caso Ibra es contablemente una pérdida de Rosell, que es quien firmó su traspaso. Punto. En la asamblea se lo atribuyeron a Laporta en un intento flagrante de engañar al socio. Y si han hecho eso en un caso tan evidente, ya te puedes imaginar que habrán hecho con los casos que no son tan evidentes.
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