Se abrió la veda. Se encendió el Bernabéu. Se quemó Clos Gómez. Así se podría resumir lo sucedido ayer en el santuario merengue. La mala actuación del árbitro sirvió de tapadera para el lamentable partido jugado por ambos equipos. Errores en fueras de juego, en penaltis no señalados, pero también en pases equivocados y chutes erróneos. En la rueda de prensa José Mourinho se encargó de encender todavía más el ambiente (por si no lo estaba ya suficiente) y se sacó de la chistera una lista con trece errores arbitrales, aprovechando la ocasión para lanzar un dardo envenenado a Valdano.
Y déjenme que empiece mi versión de los hechos riéndome (a carcajadas). ¿Han visto la lista? Es de chiste. Faltas que merecían tarjeta, fueras de juego que hubieran acabado en nada… En definitiva, un sinfín de estupideces solo al alcance de “The Special One”, un tipo que se puntúa con 11 puntos sobre diez. Ahí queda su humildad… Pero continuemos. Hoy la caverna volvía a lo grande. Con aires de llevar la verdad pegada en la frente, como aquel que aparece el día después de una tormenta y dice: “ya lo avisé yo” (después de haber repetido la misma frase los 100 soleados días anteriores).
Clos Gómez se equivocó, seguro. No lo dudo. ¿Pero que quieren? Es el mismo árbitro que acusó a Guardiola de decir una cosa que jamás pronunció. Ah, pero entonces el árbitro aragonés era bueno. De hecho, era uno de los pocos “irreductibles” que permanecía fuera del “Villarato”. Hoy en cambio, es el enemigo número uno del madridismo. ¿Cómo se entiende? Pues no lo sé. Aunque viendo el artículo de Relaño de hoy o escuchando el videoblog del fantástico Inda uno se puede hacer una idea.
Ambos no dudan en afirmar que el Barça tuvo un arbitraje “plácido”. ¿A que se refieren amigos? ¿Al fuera de juego señalado a Abidal cuando éste enfilaba hacia el área rival con Pedro a su lado? ¿A las infinitas faltas del Espanyol sin tarjeta (el primero en verla fue Busquets)? ¿O al cuarto gol del Barça donde Messi estaba en fuera de juego? Todas ellas jugadas pitadas erróneamente que no son más que equivocaciones comprensibles en un ser humano.
Pero no. En Madrid ven conspiraciones y amaños por todos lados. Y eso me encanta. A mí y a todos los culés. También nos pone nerviosos, no lo negaremos. A nadie le gusta ganar y que pongan en tela de juicio su victoria, aunque haya ganado con rotunda superioridad. Pero al fin y al cabo, la respuesta del nacionalmadridismo no deja de ser propaganda barata. De aquella que se hace cuando la guerra está perdida. Y eso es bueno créanme. ¿Acaso no intuyen que hablarían de victorias si las cosas fueran bien? Por supuesto. Pero no pueden. Escuece el 5 a 0 y molesta el excelso juego del Barça. Les cuesta entender que las cosas han cambiado, que el trabajo de 30 años está dando sus frutos. Y que es el Barça quien lo está disfrutando. No entienden su descenso y apelan a las fuerzas ocultas para explicarlo. De hecho, creo que lo que más les duele es el reconocimiento mundial a este trabajo. De ahí su unanimidad a conceder el balón de oro a Iniesta en primer lugar y a Xavi en segundo. Messi no entra, no tiene ninguna relación con ellos.
Pero no les culpo. Han vivido en el éxito toda la vida, con ayudas y sin ayudas, con una aurea de victoria que jamás les abandonaba. Ahora parece que ésta ha desaparecido y no saben vivir sin ella. Dicen que ya nos ocurrirá a nosotros pero olvidan que el barcelonismo sí ha vivido frustrado, sí se ha sentido marginado. Y si bien es cierto que tarde o temprano caeremos, no es menos cierto que, antes que ellos, nos levantaremos. Lo hicimos después del 2006 y lo haremos nuevamente cuando vuelva a ser necesario. Así es el barcelonismo, inseguro y sufridor. Consciente de su caída pero orgulloso de su éxito. Y eso nos hace fuertes, en los buenos momentos, pero también en los malos. ¡ Qué suerte que a otros eso no les suceda!
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