En las últimas horas han aparecido dos vídeos polémicos que han abierto nuevamente la discordia entre Barça y Madrid. En uno de ellos, los blaugrana apelan a su afición para apoyar a sus jugadores con imágenes de los clásicos. En el otro, el Real Madrid "avisa" de los antecedentes del árbitro designado para la vuelta de las semifinales de la Champions League.
El cortometraje culé empieza con dos entradas duras de los madridistas y remarca el sufrimiento de los blaugrana, pero continua con otros valores como la derrota o la victoria. El vídeo del bando blanco, en cambio, es simplemente una forma más de presionar al árbitro, describiéndolo como un colegiado antimourinho y probarça. ¿La diferencia? ¿Es evidente no?
La cuestión es que el madridismo clama en contra del vídeo promocional culé sin otro argumento que la supuesta incitación a la violencia (¿qué violencia? ¿la de los jugadores blancos?), demostrando una vez más el mal perder de un equipo que se aferra a las locuras y banalidades de un entrenador cuyo ego ha llegado a un punto máximo. Un ego que a su vez ha impregnado al madridismo en general, puesto que cualquier acción del FC Barcelona se asocia a una provocación al club de la capital. Egocentrismo o mal perder, la cuestión es que la imagen del Real Madrid ya no tiene parangón. Y más si se añade el vídeo tendencioso de Real Madrid TV en el que se presiona de una forma nunca antes vista a un colegiado, centrando las imágenes en los partidos de éste con el FC Barcelona. Lo dicho, patético.
Pero como desde la capital no se tiene claro si con todo esto pueden conseguir ser el mejor equipo en algo (ser odiados, por ejemplo), Florentino y los suyos han decidido apelar la desestimación de la UEFA a la denuncia presentada por el club blanco contra siete jugadores blaugranas. Los merengues decidieron hace tres días hacer lo nunca antes visto y denunciaron a Pedro, Busquets y Alves por fingir, Keita por provocar la discusión del descanso (esto es de vergüenza), Pinto por golpear a Arbeloa, y Puyol y Mascherano por presionar al árbitro. Además, con ansia de hacer daño, el Real Madrid CF pidió dos partidos de sanción para la mayoría de ellos, un claro gesto para perjudicar al club culé si éste llegaba a la final de Wembley.
Con esta nueva rabieta, el club blanco pone punto y seguido a la sucesión de idioteces que están derrumbando la personalidad de un club antes venerado. Valores como el orgullo, la casta, el sufrimiento o la victoria han dado paso a otros como la rabia, la ira, el mal perder o la estupidez, dejando en evidencia la mala dirección de una junta que no solo no ha superado las derrotas del pasado, si no que además ha construído unos nuevos cimientos que pueden llevar a este Real Madrid a la ruina económica y deportiva. Desafortunadamente, todavía son muchos los que no se han dado cuento de ello...
4 comentarios:
Comparar los dos vídeos es de ser un sinvuergüenza
Saludos.
100% de acuerdo
El señorío blanco se desintega por momentos, y como bien dices, muchos son los que aun no se han dado cuenta.
ahí está el problema Edu.
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