Desde que existe la Champions League como tal, ningún equipo ha repetido título consecutivamente. El Manchester estuvo cerca la temporada pasada pero finalmente fue el Barça quien se llevó la copa.
Curiosamente, medio año después, el campeón se encuentra en la tercera posición de su grupo y de acabar así quedaría fuera de la Champions y solo aspiraría a participar en la Europa League.
No obstante, el Barça ha jugado bastante bien todos los partidos de la liguilla y solo le ha faltado dos cosas.
La primera es la eficacia de sus delanteros. Aquí llega el primer debate. Ibrahimovic está aportando muchísimo al juego del equipo. Hasta la presión que realiza es bastante buena y en este aspecto no se está echando en falta a Samuel. Ahora bien, algunos se quejaban de la puntería del camerunés y olvidaron que marcar no es tarea fácil. La cuestión es que ahora Ibra y el resto de compañeros (excepto Keita) tiene serios problemas de anotación. No obstante, en mi opinión hay que darle tiempo al equipo para que se conjunte y volvamos a ver el Barça de la pasada campaña.
La segunda es la suerte. Todos los campeones han tenido suerte en algún momento. Liverpool, Milán, Manchester y Barça (por poner los últimos cuatro campeones) se han favorecido en algún momento de la suerte. Esta temporada, ninguno de estos cuatro equipos puede decir que la suerte le esté acompañando. El Liverpool ha recibido varios goles en los últimos minutos y está prácticamente eliminado. Al Milán le han anulado algún gol legal que le hubiese permitido asegurarse fácilmente la clasificación. El Barça ha fallado ocasiones cantadas y no le han pitado algún penalti a favor. Y el Manchester parece que sin Cristiano la suerte se ha ido. En cambio, tenemos equipos como el Sevilla, el Lion o el Arsenal que poseen la suerte necesaria para meter el balón en la red cuando tienen una buena ocasión.
No quiero decir que la suerte sea la diferencia entre los equipos, pero sí es obvio que marcar un gol o disparar al palo son dos acciones que pueden diferenciarse por pequeños detalles como el golpeo de balón, la altura del césped o los votes que da antes de llegar a la portería. Todos estos detalles se componen en algún grado de suerte y tener a ésta de tu parte puede significar el pase a octavos en vez de la eliminación.
Espero que la suerte sea lo más equitativa posible entre todos los participantes. De esta manera, en octavos estarán los que más se lo merezcan.
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