No es la primera vez que sucede, ni tampoco la última. Lo cierto es que siempre ha sucedido pero sigo teniendo fe en que alguna vez cambie. Hablo de las retransmisiones y, en concreto, las de un evento deportivo como un mundial o una Eurocopa.
En estos torneos las retransmisiones deberían ser imparciales, o sino parciales con el equipo que más haga para jugar a futbol. Sin embargo no es así. La huella madridista sigue ahí, latente pero presente. Lo vimos ayer en la retrasmisión por Cuatro del Brasil-Costa de Marfil y la verdad es que me indigné.
Es cierto que los africanos merecieron un par de expulsiones por entradas durísimas. Una de las cuales podría haber lesionado a Elano de no haber sido éste un tipo pequeño pero duro. La cuestión pero reside en la expulsión de Kaká. A mi modo de ver justísima. Primero el brasileño empujó a un rival empezando la disputa, y cuando éste se acercó a él corriendo minutos más tarde, el brasileño se paró en seco y dejó el codo preparado. No fue una acción agresiva. No merecía la roja, pero sí la amarilla. Y como ya tenía una, el árbitro le mostró la segunda. No fue injusta para nada, lo injusto fue que algún marfileño siguiese en el campo después de pegar patadas sin cuartel, pero eso no libra a Kaká de pagar sus culpas.
Lo que también fue injusto fue el trato que Cuatro dio al árbitro. ¿Cómo se puede ser tan partidista? Kaká se equivocó y ser del Madrid no le exime de sus errores. Es intolerable que la retransmisión de la expulsión fuese parecida a lo que sucedería si expulsaran a Ramos, a Xavi o a un jugador de la roja durante este mundial. En el segundo caso es tolerable semejante parcialidad, pero en el primero es inconcebible el trato de favoritismo. Kaká fue expulsado justamente y poner el grito en el cielo en una retransmisión para 50 millones de personas por el mero hecho que el damnificado sea jugador del Real Madrid no es más que una muestra de lo que media España lleva quejándose tanto tiempo.
Los que seguimos el mundial lo hacemos por gusto. Así que no necesitamos que nadie nos diga a quien debemos apoyar. Que haya un jugador del Barça, del Madrid, del Valencia, del Atlético o de quien sea no debe condicionar nuestros gustos. A mí me gusta el futbol y quien mejor lo juegue será a mi juicio el gran favorito, recibiendo también mi apoyo (excepto si juega contra España o Suiza, mis dos selecciones). Por lo tanto, no necesito que Manu Carreño o que AS y Marca y sus artículos de hoy me den lecciones sobre quién merece mi apoyo y quién no. Así que solo queda preguntarme una cosa : ¿Dónde está la imparcialidad periodística?
En estos torneos las retransmisiones deberían ser imparciales, o sino parciales con el equipo que más haga para jugar a futbol. Sin embargo no es así. La huella madridista sigue ahí, latente pero presente. Lo vimos ayer en la retrasmisión por Cuatro del Brasil-Costa de Marfil y la verdad es que me indigné.
Es cierto que los africanos merecieron un par de expulsiones por entradas durísimas. Una de las cuales podría haber lesionado a Elano de no haber sido éste un tipo pequeño pero duro. La cuestión pero reside en la expulsión de Kaká. A mi modo de ver justísima. Primero el brasileño empujó a un rival empezando la disputa, y cuando éste se acercó a él corriendo minutos más tarde, el brasileño se paró en seco y dejó el codo preparado. No fue una acción agresiva. No merecía la roja, pero sí la amarilla. Y como ya tenía una, el árbitro le mostró la segunda. No fue injusta para nada, lo injusto fue que algún marfileño siguiese en el campo después de pegar patadas sin cuartel, pero eso no libra a Kaká de pagar sus culpas.
Lo que también fue injusto fue el trato que Cuatro dio al árbitro. ¿Cómo se puede ser tan partidista? Kaká se equivocó y ser del Madrid no le exime de sus errores. Es intolerable que la retransmisión de la expulsión fuese parecida a lo que sucedería si expulsaran a Ramos, a Xavi o a un jugador de la roja durante este mundial. En el segundo caso es tolerable semejante parcialidad, pero en el primero es inconcebible el trato de favoritismo. Kaká fue expulsado justamente y poner el grito en el cielo en una retransmisión para 50 millones de personas por el mero hecho que el damnificado sea jugador del Real Madrid no es más que una muestra de lo que media España lleva quejándose tanto tiempo.
Los que seguimos el mundial lo hacemos por gusto. Así que no necesitamos que nadie nos diga a quien debemos apoyar. Que haya un jugador del Barça, del Madrid, del Valencia, del Atlético o de quien sea no debe condicionar nuestros gustos. A mí me gusta el futbol y quien mejor lo juegue será a mi juicio el gran favorito, recibiendo también mi apoyo (excepto si juega contra España o Suiza, mis dos selecciones). Por lo tanto, no necesito que Manu Carreño o que AS y Marca y sus artículos de hoy me den lecciones sobre quién merece mi apoyo y quién no. Así que solo queda preguntarme una cosa : ¿Dónde está la imparcialidad periodística?
4 comentarios:
Ya estoy harta que siempre los rivales de "su" Madrid seamos los malos, los diablos, los tramposos, etc., y ellos son los santos, los buenos y los justos.
DAN ASCO!!!
Saludos.
Tienes toda la razón Jordi, la objetividad de estos "profesionales" brilla por su ausencia. No estaría mal proponer algun curso de reciclaje para periodistas obsoletos.
saludos
Donde está la imparcialidad periodistica??Ni está,ni se la espera.
es imposible ser realmente objetivo. pero tiene k haber una actitud que se acerque a ello... pero no..
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